sábado, 25 de agosto de 2007

La Bajada


No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies,
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal, opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.


2 comentarios:

Francisco González Brizuela dijo...

¡¡Se hizo esperar pero aquí está!!
Será un gusto "visitarte" Lau.

dana dijo...

ECXELENTE!!!!!!!!!!!! forma de encarar tanto dolor!!!!!! y solo una pregunta POR QUEEEEEEE !!!!!!!!!!!! quien elige quien si tiene un futuro y quien no?